Juan Antonio Carreras Espallardo.
Hay situaciones en la carretera en las que el conductor no es a priori el responsable. Son esos casos donde en lugar de hablar de siniestros viales (según nuestra nueva denominación, véase www.criminologiavial.es) estamos ante los accidentes de circulación. La diferencia no es pequeña, los primeros ocupan casi todo el volumen de siniestralidad mundial, por el contrario, los segundos representan una pequeña porción que podría estar cercana al 10%. Los siniestros viales son responsabilidad del conductor y los accidentes se producen por causas accidentales, anormales, como por ejemplo que se abra la calzada y el vehículo se salga de la vía, o que reviente un neumático estando en circulación y ese es el caso que vamos a explicar.
Lo normal es que se reviente el neumático porque ya esté pinchada la rueda o porque tenga un volumen de inflado insuficiente. Si usted como conductor sufre esta situación lo más adecuado es que previamente haya tenido conocimiento de que le puede pasar y fundamentalmente que mantenga la calma y haga lo posible porque los demás ocupantes la mantengan también. Lo primero que notará seguramente es un fuerte ruido extraño que proviene del exterior, olor a goma quemada y un tirón fuerte en el volante o que la dirección tiembla. Ante alguno de estos indicadores ya sabemos que tenemos que detener el vehículo. Y lo más importante, hacerlo con seguridad para nosotros y para el resto de usuarios de la vía, que pueden verse perjudicados por nuestra avería, por nuestro accidente.
En primer lugar no trate de dar giros bruscos con el volante, manténgalo recto, levante el pie del acelerador, no frene de golpe, puede ser peor, hágalo poco a poco e incluso reduciendo de marchas, con el freno motor o ayudándose del freno de mano pero sin accionarlo bruscamente, siempre poco a poco hasta que el vehículo se detenga por completo en el exterior de la vía.
Es el momento de mirar por el espejo retrovisor antes de salir del vehículo para comprobar qué neumático a reventado. Mucho cuidado cuando salga del vehículo, no lo haga a lo loco, puede se mortal. Ponga las luces de emergencia. Indique a los ocupantes del vehículo que salgan y se sitúen en una zona segura fiera de la calzada, quedarse en el vehículo también puede ser mortal. No podemos controlar la conducción de los otros vehículos y los despistados y curiosos son los que provocan nuestros siniestros viales.
Una vez comprobado qué rueda ha reventado, coloque los triángulos de peligro a la distancia correcta y colóquese el chaleco reflectante. Saque la rueda de repuesto y proceda a cambiarla. Si lo prefiere llame a su asistencia en viaje.
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Mejor explicado imposible, y la verdad es que siempre, antes de salir de viaje, se debían de revisar las ruedas, pues es cierto que los nervios nos pueden jugar una mala pasada, tanto al conductor cómo a los ocupantes del mismo, y de ser así incluso tener un accidente quien no está implicado.Gracias Carris por los consejos que pueden evitar males mayores.Un saludo.