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La influencia del alcohol en la conducción


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El alcohol es protagonista principal de la inmensa mayoría de los actos sociales, configurándose como droga permitida y socialmente aceptada por muchos, su abuso constituye un problema socio sanitario, es la droga más consumida en nuestro entorno sociocultural, de la que más se abusa y la que más problemas sociales y sanitarios causa (accidentes de tráfico y laborales, malos tratos, problemas de salud, etc.).

Es un depresor del sistema nervioso central que adormece progresivamente el funcionamiento de los centros cerebrales superiores, produciendo desinhibición conductual y emocional. No es un estimulante, como a veces se cree; la euforia inicial que provoca se debe a que la primera acción inhibidora se produce sobre los centros cerebrales responsables del autocontrol.

El alcohol etílico o etanol responde a la fórmula CH3-CH2-OH, es pues una sustancia altamente hidrosoluble y por su carácter hidrocarbonatado proporciona gran cantidad de calorías.

La podemos considerar una droga tan dañina como pueda ser la cocaína, el cannabis y los alucinógenos y produce interacciones con otros fármacos. Su origen es la fermentación de los hidratos de carbono. En ese proceso de fermentación se destruyen sus propiedades dietéticas, excepto la caloría, y en su elaboración están permitidos más de 70 aditivos.

Existen dos tipos de bebidas alcohólicas: las fermentadas y las destiladas.

El hígado metaboliza entre 0,15 y 0.2 gr. de alcohol por hora. El organismo tarda en eliminar totalmente 0.8 grs. unas 6 horas resultando más rápida con el movimiento al activarse las funciones vitales. También es de considerar que las mujeres alcanzan tasas más elevadas que los hombres a igualdad de ingestión de alcohol. Es a tener en cuenta que cuando se está en ayunas al estar el estómago vacío, la cantidad de alcohol que se trasfiere a la sangre es mayor y más rápida. De tener el estómago vacío a tenerlo lleno, el tiempo de paso de alcohol a la sangre puede oscilar entre quince minutos a una hora. Es digno de mención el considerar que la velocidad de consumo es proporcional a la rapidez en la ingesta.

El máximo nivel de alcohol en sangre se alcanza entre los 30 y 90 minutos desde que comienza a ingerirse. En cambio, el consumo de alcohol se ve rodeado de una aureola de falsas creencias.

Por lo tanto, el alcohol no es un alimento, tampoco aporta elementos nutritivos y no sirve para combatir el frío. No es un estimulante ni aumenta el apetito, ni el crecimiento. No previene las enfermedades del corazón y por supuesto no aumenta la potencia sexual.

Está admitido que el alcohol deprime la totalidad de las funciones sensoriales, restándoles frescura, rapidez y resolución y que el conductor aumenta la confianza en sí mismo debido a la disminución de las inhibiciones o frenos psíquicos normales. La actitud expansiva y vivaz, el habla incluso brillante, los cambios de estado de ánimo, estallidos emocionales y otras modificaciones psicológicas provocan una deforme evaluación del nivel de riesgo admisible en una actividad tan compleja como es la conducción.

Los efectos del alcohol dependen de diversos factores

  1. La cantidad y el grado de alcohol de la bebida.
  2. El peso. Los efectos son mayores en las personas de menos peso.
  3. El sexo y naturaleza. A igual peso y cantidad de alcohol, la mujer presenta, generalmente, un nivel de alcoholemia más elevado que el hombre.
  4. La alimentación, tanto el tipo como la cantidad de alimento. El estómago lleno, sobre todo de alimentos grasos, dificulta la intoxicación.
  5. El tiempo transcurrido desde la última ingesta.
  6. La mezcla del alcohol con medicamentos, que potencian sus efectos tóxicos.
  7. La cantidad y rapidez de la ingesta. La costumbre de beber alcohol moderadamente y con frecuencia hace que se tarde más en sobrepasar el límite de seguridad. A más alcohol en menos tiempo, mayor intoxicación.
  8. La fatiga, la emotividad, la angustia, el embarazo o la menstruación y el consumo en horas nocturnas potencian los efectos del alcohol.
  9. La edad. Beber alcohol mientras el organismo todavía se encuentre madurando, es especialmente nocivo. Los menores de 25 años y los mayores de 60 son más vulnerables al alcohol.
  10. La combinación con bebidas carbónicas (tónica, Coca Cola, etc.), que aceleran la intoxicación

Efectos en la conducción

1. Falso estado de euforia, seguridad, optimismo y confianza en sí mismo.

2. Aumenta la despreocupación, la temeridad y la agresividad.

3. Desprecio del peligro, tendencia a transgredir las normas y a circular a mayores velocidades.

4. Falsea la apreciación de distancias y velocidades.

5. Errores en la conducción como circular en sentido contrario.

6. Señalización incorrecta de maniobras, conducción errática y adelantamientos inadecuados.

7. Disminuye los reflejos, la capacidad de movimiento y aumenta el tiempo de reacción; además.

8. Produce sueño y fatiga.

9. Reduce el campo visual (efecto túnel) (disminuye el nº de movimientos oculares) y disminuye la visión (se perciben peor las luces) y la percepción.

10. Modifica la capacidad de juicio, razonamiento, concentración y estado de ánimo.

Efectos del alcohol en la conducción según tasa

Los efectos psicológicos que produce el alcohol son: desinhibición, euforia, relajación, aumento de la sociabilidad, dificultades para hablar, dificultad para asociar ideas y descoordinación motora. Veamos algunas reacciones según gramos por litro de alcohol en sangre:

0,0 g/l: Dominio pleno de facultades para circular responsablemente en el tránsito.

0,3 g/l: Disminuye la capacidad de atender a situaciones de peligro. La respuesta a las mismas se comienza a lentificar y se hace más confusa.

0,5 g/l: Se reduce la visión con dificultades de enfoque y esto ocasiona desatención a las señales de tránsito que no pueden ser percibidas adecuadamente.

0,8 g/l: La motricidad se ve afectada, se retardan los movimientos. Aparece una sensación de euforia y confianza. Manejo agresivo y temerario obedeciendo a impulsos sin razonar.

1,5 g/l: No puede conducir. Estado de embriaguez importante. Reflejos alterados y reacción lenta e imprecisa. La concentración visual se deteriora y mantener la atención se dificulta en extremo.

2,5 g/l: No puede conducir. Ebriedad completa. El individuo aparece como “narcotizado” y confuso. Su conducta es imprevisible y le es imposible tomar decisiones con certeza.

3 g/l: Crítico. No puede conducir. Ebriedad profunda. Se pierde paulatinamente la conciencia como antesala al coma y principio del riesgo de muerte.

Las 10 infracciones más frecuentes relacionadas con el alcohol

1. Detención el carril sin causa.

2. No guardar la distancia de seguridad.

3. Circular por carril incorrecto.

4. Invadir el carril contrario.

5. Reacción retardada a la señalización.

6. Velocidad inadecuada.

7. Adelantamiento antirreglamentario.

8. Salida de la zona de circulación.

9. Señalización incorrecta de las maniobras.

10. Circular por dirección prohibida.

2 respuestas

  1. […] La influencia del alcohol en la conducción  (Juan Antonio Carreras Espallardo) […]

  2. La verdad es que nunca había leído algo tan exacto y real sobre el alcohol cómo en esta ocasión, por culpa del mismo los que van a una fiesta, y beben y comen en exceso, es imposible que recuerden que el coche es tan solo una máquina a la que dirigen ellos, nadie más y que les puede llevar a una muerte segura a él y a su familia, lo malo es que también se » cargan » a un pobre infeliz que vaya circulando cumpliendo las normas y respetando todas las señales de tráfico.No quiero nombrar a nadie, pero un ex torero que bajo los efectos metílicos mató a una persona, cárcel inmediata sin tanto tira y afloja, la ley es para todos igual y la pena de un familiar muerto también, saludos y leer el escrito de Carris, merece la pena.

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